Al fin llegó el otoño! Una alfombra de hojas amarillasme acompaña y me deja en la puerta de mi casa.

Camino adentrándome en el frío de la noche y me siento una hojita mas que empujada por el viento, sigue su camino, desconociendo su recorrido.

Miro friamente a las parejas que caminan de la mano y veo como ignoran al otoño, no sienten frío, no bailanal ritmo del viento. Yo respiro hondo para que todo el aire fresco entre en mi, lo contengo unos segundos yluego lo dejo escapar.

Voy caminando, voy cantando, voy bailando y me olvidode mis penas, de mis miedos y de los riesgos decaminar una noche sola por J. M. Moreno. Voy pensandoen las distintas vidas que tendría. A veces soy azafata y recorro el mundo sirviendo bandejitas a lagente, otras soy una ama de casa con cinco hijos y una vida renegada, arrodillada y sumisa ante mi marido, yotras tantas veces soy una lesbiana resentida. Pero lo que más me gusta es cuando sueño que estas hojas amarillas caen para mi, para que yo no me sienta tan sola en esta penumbra, para que los pasos que escuchodetrás mío no me asusten, para que hablando con el viento me susurren al oído que todo va a estar bien.Me gusta este juego donde soy la única jugadora porque siempre salgo ganando.

Finalmente, me acuesto en un colchón de hojas amarillas que ya cayeron y que esperan renovarse en la próxima primavera. Yo, cierro los ojos muy fuerte y trato de dormirme pensando que yo sólo soy una hoja más.

Espero que les guste en estos dias tan humedos.