El papel picado ya no me sienta bien (o crónica de sábados por la noche)


Yo no se puede ir tranquila ni a una fiesta en una casa tomada. Te bombardean con papelitos, con miradas, con bandas de adolescentes decepcionantes (musical y fisicamente) y con borrachos que desde una escalera se declaran presidentes de la nación. Yo los miro deseando una gaseosa entre tanta cerveza. Quizás si tomara alcohol vería todo de una forma distinta, los entendería y aunque sea por unos minutos me dejaría gobernar por un borracho antikirchnerista. Es mas, si me dieran un poco de tiempo hasta yo sería Cristina. Pero ahora no. Veo la realidad nocturna sin gafas y no la entiendo. Veo adolescentes brindando con cerveza y ya no me siento identificada. Si, ahora soy una de esas viejas que dice los sábados por la noche "Esta juventud está perdida".
Esta edad me sienta mal. Aán no me comporto como adulta y ya no soy una niña. Pero hay cosas con las que me identifico y me hacen bien. Por ejemplo mi gato, aunque me despierte saltando en mi cama a las 7 de la mañana de un sábado, aunque no me deje tranquila cuando intento escribir. Solo puedo pensar en el y en su soledad de sábado por la tarde.
La vida doméstica me está empezando a afectar. Ya no busco flashes ni gente linda. Ya tengo sillones blancos de cuero en mi living y lo unico que me ofrece el exterior son taxistas que me dicen que hubiera sido mejor haber tomado otro camino. Si señor, ya lo se.

Ahora una tampoco puede enamorarse a primera vista de un tipo en una fiesta en un sótano de San Telmo con olor a humedad. TELERMAN!!!! En el instante en que tomo valor y le pido un cigarrillo, la música se apaga y todos debemos desalojar el lugar porque vino la inspección. Está bien, el lugar es un sucucho, pero no podían caer más tarde?
Y bueno, así es esta ciudad, llena de salidas entrecortadas, te de hirbas a la madrugada, caminos que se cruzan por casualidad y baches en la calle.
Todo esto culmina en una milonga en el fndo de una casa que pasa desapercibida, en un taxi vomitado y en otro que corre al ritmo de "Cielito Lindo" versión Divididos, en mi última Bayaspirina C y en una lectura junto a mi gato. Y si señora, esta juventud está perdida.