Sobre perros y gatos.


No quiero adentrarme mucho en la discusión perros si, gato no o viceversa, pero aquí va mi visión.

Los perros son mas dependientes de sus dueños. Yo soy dependiente de mis padres, lo que los llevaría a ellos a ser responsables de la mascota, salvo que yo la tendría que alimentar, sacar a pasear, etc.

Ese es otro problema que tengo con los perros, el paseo. Para mi el parque Rivadavia siempre fue un lugar para acortar camino al gimnasio, tomar cerveza por las noches (cuando era como un kiosquito de 24hs), pasear, leer cuando no hace mucho frío y si tengo suerte escribir. Pero eso de estar obligada a ir aún cuando llueve o estoy de buen humor no me gusta mucho. No vaya a ser que me encuentre con vecinos desconocidos...

En cambio los gatos son más independientes. Mi gato está absolutamente bajo mi responsabilidad. Yo le doy la comida que yo le puedo comprar porque es más barata y comen menos, no hay que sacarlos a pasear porque están lo suficientemente relajados como para hacer sus necesidades a tiempo y en el lugar adecuado. Eso si, hay que desparacitarlos, despulgarlos y otros des que me dijo el veterinario y que yo no recuerdo porque a pesar de ser humana, mi memoria es de pajarito. Los gatos comen cuando quieren lo que quieren. En eso no soy parecida a los gatos: yo como mucho un día y nada al siguiente.

Mi gato a veces tiene la mirada triste, eso creo que lo dije. Pero ahora no se si es tristeza u odio. No se si está enojado o triste y en eso si que nos parecemos mucho. Ho Chi ya encontró su lugar preferido de la casa, es mi cama, es mi almohada. Le gusta dormir conmigo, eso lo se porque en toda la noche, a pesar de que lo bajé varias veces de mi cama, el gato se volvió a subir. Ahí también coincidimos: mi lugar favorito de mi casa es mi cama. Ahí leo, estudio, duermo, hablo por teléfono y escribo. En cambio, creo que si tuviera un perro, su lugar favorito no sería mi cama, sino su cucha. Además, los perros no tienen la mirada perdida de los gatos, esa mirada penetrante e inquietante que tanto me gusta. Mirada con la cual no me siento identificada (trataron alguna vez de sostenerle la mirada a un gato? es muy difícil). Yo no puedo mirar a los ojos por mucho tiempo, me distraigo, miro por detrás de las personas esperando encontrar al príncipe azul que no espero pero si aparece no me voy a negar a dar una vuelta en caballito blanco.